La base para la planificación de emergencias es tener un plan para todos los riesgos. Para prepararse para “todos los riesgos” es necesario conocer sus riesgos y desarrollar planes de emergencia para usar durante y después de la situación. El plan establecerá procedimientos para la comunicación, preparación, respuesta y recuperación. Su plan de emergencia para todos los riesgos puede ser tan detallado o simple como elija hacerlo. Lo más importante es que sea fácil de usar para su personal y voluntarios.
Junto con su plan para todos los riesgos, necesitará tener Planes de preparación para emergencias específicos que son subconjuntos del plan más amplio y se utilizan para ocasiones como incendios, huracanes, emergencias médicas o eventos hostiles.
Comenzará a desarrollar su plan después de realizar una evaluación de riesgos de su instalación y organización, brindándole un punto de partida en cuanto a los riesgos a los que es más vulnerable. No desea un plan que tenga un alcance limitado en cuanto a qué emergencias/catástrofes pueden afectarlo, en muchos casos ya no es un escenario de “qué pasaría si puede suceder”, sino “cuándo sucederá”.
Los riesgos naturales son fenómenos físicos de origen natural causados por eventos de inicio rápido o lento que pueden ser geofísicos, hidrológicos, climatológicos, meteorológicos o biológicos.
Los riesgos tecnológicos o artificiales son eventos causados por el ser humano y se producen en asentamientos humanos o cerca de ellos. Esto puede incluir degradación ambiental, contaminación y accidentes.
Existe una serie de desafíos, como el cambio climático, la urbanización no planificada, el subdesarrollo o la pobreza y la amenaza de pandemias, que darán forma a la ayuda humanitaria en el futuro. Estos factores agravantes darán lugar a una mayor frecuencia, complejidad y gravedad de las catástrofes.